Los Sistemas de Energía Esencial y las “cargas críticas”
Breve visión conceptual
Los servicios imprescindibles para nuestra cotidianidad son posibles gracias a la actividad económica de diferentes sectores, en cuyos procesos tienen un rol protagónico múltiples equipos y sistemas con variados niveles de complejidad, encargados de materializar la prestación de esos servicios de forma sostenible, confiable y segura. Esos equipos y sistemas requieren energía eléctrica para su funcionamiento y en ninguna circunstancia pueden fallar o detenerse.
En términos técnicos, dichos equipos y sistemas son llamados “cargas críticas”. “Cargas” porque consumen energía eléctrica y “críticas” porque de ellas dependen procesos de importancia capital, cuya paralización o mal funcionamiento puede poner en riesgo la vida de las personas, ocasionar cuantiosas pérdidas económicas o generar niveles de insatisfacción con impacto negativo relevante en el corto o mediano plazo.
En cada uno de estos sectores o “mundos” que garantizan los servicios imprescindibles para nuestra vida diaria: la electricidad que consumimos, los combustibles, el transporte terrestre, aéreo y marítimo, nuestras actividades financieras, comunicaciones, el acceso a plataformas informáticas, y hasta nuestra supervivencia en un hospital, existen cargas críticas.
Esas cargas críticas deben ser alimentadas con energía de altísima confiabilidad, proporcionada por sistemas encargados de mantenerlas en funcionamiento. Se trata de los Sistemas de Energía Esencial.
Tomado del libro “Tres décadas de Energía Esencial”
Luis Emilio Suberviola
Febrero 2019